La madre que sabía hablar con las estrellas VI


"(...) No se dio cuenta del tiempo que había pasado durmiendo y, de nuevo, volvió a verse rodeado de sonidos y voces amigables, un sol luminoso que le permitía ver aquel maravilloso bosque y el día que continuaba…
Unas mágicas manos le ayudaron a incorporarse y seguir su camino….
 
Volvía a no sentir hambre y sueño y sí esas enormes ganas de verlo todo. Giraba la cabeza de un lado al otro y, siempre, por delante, ese maravilloso camino del bosque…..¡De repente recordó lo que la estrella le había dicho; que debía pensar en prepararse para la noche! Pero, ¿dónde estaba la noche?.....¡tan lejos todavía!... No volvió a pensar, el recuerdo momentáneo de la estrella le hizo recuperar la confianza y la tranquilidad para seguir por el almohadillado suelo del bosque, sintiendo la humedad y las caricias de la hierba en sus pequeños pies.

Hacía muy poco que su madre le dejaba ir solo. Caminar y tocar todo lo que el quería y estaba a su alcance fue un descubrimiento delicioso. Gracias a que se había caído y levantado tantas veces, ahora era maravilloso caminar todo seguido entre la hierba, moverse de un lado al otro y poder disfrutar de tanto sonido y cosas nuevas que tocar y ver.(...)"

Fragment de La madre que sabia hablar con las estrellas de Maria Isabel García de Jalón. Conte presentat, amb les il·lustracions que l'acompanyen, al concurs de Criança i lactància de FEDECATA 2010.


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PART 7